La Razón de Mi Venida

La Razón de Mi Venida


Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.- Juan 3:16-17


YO SOY Jesús, el Hijo de Dios, y hoy quiero hablar directamente a tu corazón. Vine al mundo para que tú conozcas el amor profundo de mi Padre y la vida abundante que Él tiene para ti. Desde el principio, te he amado y mi deseo es que tengas comunión conmigo y con el Padre. Todo lo que hice, lo hice por amor a ti.

Mi misión no fue solo sanar enfermedades, liberar a los oprimidos y enseñar sobre el Reino de los cielos. Mi propósito más profundo fue reconciliarte con Dios. Todo ser humano ha pecado y se ha separado de Él, y esa separación trae muerte y desesperanza. Sin embargo, YO vine para darte vida, y vida en abundancia (Juan 10:10). Mi Padre no desea que ninguno se pierda, sino que todos tengan la oportunidad de volver a Él.

Es por esto que descendí desde mi trono de gloria y me hice uno de ustedes, experimentando el dolor, el rechazo y las tentaciones de la vida humana. Caminé a tu lado, experimenté tus luchas, tus lágrimas y tus alegrías, porque quise ser un hermano cercano a ti. Te mostré con mi vida y mis palabras el carácter del Padre, su amor, su misericordia y su gracia infinita.

Pero para que realmente pudieras ser libre, para que la deuda de tu pecado fuera pagada, YO tenía que entregar mi vida en la cruz. Nadie me quitó la vida; YO la entregué voluntariamente por amor a ti (Juan 10:18). La cruz fue mi acto de amor supremo. Cada clavo, cada herida, cada palabra que pronuncié, fueron para darte la oportunidad de vivir en paz con Dios, de tener una nueva vida en Él. En la cruz llevé tus pecados, tu vergüenza, y el castigo que merecías, para que tú pudieras ser perdonado y restaurado.

Es mi amor lo que te salva, y ese amor sigue vivo hoy. Al resucitar, vencí a la muerte


JUAN 10.10-11; ROMANOS 5.8; 2 CORINTIOS 5:18-19

3 Comentarios

  • Pilar Sánchez

    Amén, así es el Señor Jesucristo entrego su vida por nosotros sin pedirnos nada a cambio. Yo le agradezco por qué puso su mirada en mi aún siendo yo falta y pecadora el asi está transformando mi vida de adentro hacia afuera. Agradezco por sus hermosos devocionales y espero q sean de gran bendición para muchas personas y q muchos sean alcanzados oir el evangelio de nuestro señor Jesucristo

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