YO TE MUESTRO COMO SER HOMBRE
Has sido resucitado conmigo a una vida nueva. Pon tu mirada en las cosas del cielo, donde estoy sentado a la derecha de Dios, en el lugar de honor.
Enfócate en las cosas del cielo, no en las de la tierra.
Porque tú has muerto a esta vida, y tu verdadera vida está escondida conmigo en Dios.
Cuando YO, quien soy tu vida, sea revelado al mundo entero, tú participarás de toda mi gloria.
Haz morir lo pecaminoso y terrenal que acecha dentro de ti. No permitas que la inmoralidad sexual, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos o la avaricia dominen tu corazón. Recuerda que la avaricia es idolatría, porque adora las cosas de este mundo.
Estas cosas provocan la justicia de Dios.
Antes, vivías de esa manera cuando tu vida era parte de este mundo, pero ahora es tiempo de abandonar el enojo, la furia, la malicia, la calumnia y el lenguaje ofensivo.
No mientas, porque ya te has despojado de tu antigua naturaleza pecaminosa y sus malos actos.
Revístete de la nueva naturaleza que te doy, y serás renovado mientras aprendes a conocerme y te pareces más a mí, tu Creador.
En esta nueva vida que te he dado, no importa quién eres según los estándares humanos: judío o gentil, inculto o sabio, esclavo o libre. Lo único que importa SOY YO, y YO vivo en ti.
Te he elegido para que seas parte de mi pueblo santo, a quien amo profundamente. Por eso, revístete de compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.
Sé comprensivo con los errores de los demás y perdona a quien te ofenda. Recuerda que YO te he perdonado, así que tú también debes perdonar.
Sobre todo, revístete de amor, porque el amor es el lazo perfecto que une todo en armonía.
Deja que mi paz gobierne en tu corazón, porque formas parte de mi cuerpo, llamado a vivir en paz. Sé siempre agradecido.
Permite que mi mensaje, lleno de riqueza, llene tu vida. Enseña y aconseja a los demás con la sabiduría que te doy. Canta salmos, himnos y canciones espirituales con gratitud en tu corazón para Dios Padre.
Todo lo que hagas o digas, hazlo como mi representante, dando gracias a Dios Padre por medio de mí.
Si eres esposo, ama a tu esposa con un amor profundo y nunca la trates con dureza.
Si eres padre, no exasperes a tus hijos, para que no se desanimen.
Si eres hijo, honra y obedece a tus padres, porque eso me agrada.
Si trabajas para otros, hazlo con sinceridad y dedicación, no solo cuando te observan, sino porque me temes y me amas.
Todo lo que hagas, hazlo con entusiasmo, como si lo hicieras para mí, no para la gente.
Recuerda que YO te recompensaré con una herencia eterna. YO SOY el Amo a quien sirves.
Pero si haces lo que está mal, recibirás las consecuencias, porque en Dios no hay favoritismos.
YO ESTOY contigo, guiaré tus pasos y haré que crezcas cada día más como hombre de Dios. Confía en mí. -.-