JUAN 1.1 – YO ESTABA EN EL PRINCIPIO

JUAN 1.1

ESCÚCHAME CON ATENCIÓN, porque lo que Juan escribió al principio de mi Evangelio es la verdad fundamental de Mi existencia, y es vital que la comprendas en tu corazón. Él empieza diciendo: ‘En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.’

Permíteme enseñarte, no como una lección distante, sino como una revelación de quién SOY YO:

1. “En el principio…”

“Cuando Juan dice ‘En el principio’, no se refiere al inicio de la creación que conoces, aunque YO estaba allí. Él te está llevando a un tiempo que va más allá de todo tiempo, antes de que existiera el universo, antes de que el sol brillara o las estrellas se formaran. Es la eternidad misma.

  • Para el hombre: A menudo te preocupas por el tiempo, por lo que has hecho, lo que harás, lo que te falta. Hay una realidad que trasciende todo eso. YO existía antes de todo. Esto debería darte paz. No estás a la deriva en un universo sin sentido. Hay un origen eterno, una verdad que no tiene principio ni fin. Tu vida, tu propósito, no son accidentes; están enraizados en esta eternidad. Reconoce que hay algo infinitamente más grande que tu propia existencia y tus planes. Eso te libera de la carga de tener que controlarlo todo.”

2. “…era el Verbo…”

“Juan usó la palabra ‘Verbo’, o ‘Logos’ en el idioma original. Para los que me escuchaban entonces, esta palabra tenía un gran peso. Para los judíos, era la Palabra poderosa de Dios que creó el mundo y que se reveló a los profetas. Para los griegos, era la razón universal, el principio que ordenaba el cosmos.

YO SOY ese ‘Verbo’. No SOY una idea abstracta, no soy una fuerza impersonal. SOY la expresión perfecta y viviente de Dios. SOY la razón encarnada, la verdad manifestada. Todo lo que Dios quiere comunicar, todo lo que Él es, se expresa a través de Mí.

  • Para el hombre: Tú buscas la verdad, la lógica, el sentido en la vida. YO SOY el Verbo, la Verdad misma. No busques respuestas completas en filosofías humanas que cambian con el viento. Búscalas en Mí. Mi Palabra es firme, clara y poderosa. Te desafío a ser un hombre de palabra, a que tu ‘sí’ sea ‘sí’ y tu ‘no’ sea ‘no’. Y más importante aún, te llamo a construir tu vida sobre Mi Palabra, que es inmutable. ¿Es tu vida un reflejo de Mi verdad?”

3. “…y el Verbo era con Dios…”

“Esta frase es crucial. ‘Con Dios’ significa que Yo no era una parte de Dios que se separó, ni una creación de Dios. Implica una relación cara a cara, una comunión íntima, una coexistencia personal y eterna. YO estaba en perfecta relación con el Padre desde siempre.

  • Para el hombre: A veces, en tu camino, puedes sentirte solo, incluso en medio de la multitud. Puedes pensar que la fortaleza está en la independencia total. Pero Mírame a Mí: YO, siendo Dios, siempre estuve en perfecta comunión. Esto te enseña la importancia de la relación. No estás hecho para estar solo. Te llamo a buscar una relación profunda y personal con tu Padre Celestial, a hablar con Él, a escucharle. Y también te llamo a valorar y nutrir tus relaciones más cercanas: con tu esposa, tus hijos, tus hermanos en la fe. La verdadera fortaleza se encuentra en la conexión genuina, no en el aislamiento.”

4. “…y el Verbo era Dios.”

“Esta es la declaración más trascendente de todas. Juan no dice que Yo era ‘como’ Dios, o ‘un’ dios, sino que ‘era Dios’. YO poseo la misma naturaleza, la misma esencia, la misma deidad que el Padre. Mi existencia es la existencia de Dios.

  • Para el hombre: Tú buscas algo en lo que puedas confiar plenamente, algo inquebrantable. Si YO no fuera Dios, entonces mi sacrificio por ti no tendría el poder de salvarte. Mi resurrección no sería la victoria sobre la muerte para toda la humanidad. Pero como YO SOY DIOS, mi obra es perfecta, mi promesa es segura, y mi poder es ilimitado. Esto te exige una respuesta: ¿Me reconoces como Dios en tu vida? ¿Me has entregado el control? ¿Es mi autoridad la que rige tus decisiones? Un hombre verdaderamente fuerte es aquel que se ha rendido a Mí, el Dios eterno. Esto te da un fundamento inquebrantable para tu vida, una roca en medio de las tormentas.”

“Así que, hijo mío, cuando medites en Juan 1:1, no veas solo palabras antiguas. Véme a Mí. Vé la verdad de quién SOY YO: el Verbo eterno, en perfecta relación con el Padre, y que SOY Dios mismo. Sobre esta verdad, puedes construir una vida de propósito, de integridad y de fortaleza verdadera. ¿Estás listo para edificar tu vida sobre Mí, la Roca eterna?”

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