SALMO 44

SALMO 44 – JTH

YO SOY EL QUE TE DOY LA VICTORIA

YO te hablo, hijo mío, para recordarte lo que has oído: las maravillas que mi Padre hizo en otros tiempos, en las vidas de tus padres y antepasados.
Escucha cómo mi Padre, con su poder, desalojó naciones y plantó a su pueblo. Él les dio un lugar, expulsando a quienes se oponían.
No fueron las espadas de tus padres ni su fuerza las que trajeron la victoria. Fue el poder de mi Padre, la luz de su rostro y su favor, porque Él se complacía en ellos.
YO SOY tu Rey, tu guía. En mi autoridad, YO ordeno la victoria para ti y para los hijos de mi pueblo.

Conmigo a tu lado, vencerás a tus enemigos; en mi nombre podrás superar cualquier obstáculo.
No pongas tu confianza en tu propia fuerza, ni en tus habilidades. Recuerda, no son suficientes para darte la victoria.
YO SOY quien te da la victoria. YO SOY quien pone en vergüenza a tus adversarios.
Alábame, hijo mío, en todo momento. Haz que mi nombre sea exaltado cada día.
Pero sé que hay momentos en los que sientes que te he rechazado, que te he dejado enfrentar batallas sin mi presencia.
Te has sentido derrotado y que lo que tienes ha sido arrebatado por quienes te odian.
Has sentido que te he entregado, como ovejas entre lobos, y que has sido dispersado en todas partes.
Sientes que no te he dado el valor que mereces, que he permitido que te subestimen.

A menudo te han insultado, y quienes te rodean se han burlado de ti.
Incluso tu dolor se ha convertido en motivo de burla para las naciones. Te han despreciado y señalado.
Te has sentido humillado y avergonzado, hijo mío, con un peso que parece insoportable.
Al oír todas las palabras y acciones de quienes te han atacado, de aquellos que buscan venganza contra ti.
Pero no olvides que YO veo tu fidelidad. Aunque estas cosas han ocurrido, nunca me has olvidado ni te has apartado de mi pacto.
No me has traicionado ni te has alejado de mi camino.
Sin embargo, sé que te has sentido aplastado, como en un lugar oscuro y solitario.
Si te hubieras olvidado de mí, si hubieras buscado otros dioses,
YO lo sabría, porque conozco hasta lo más profundo de tu corazón.
Pero sé que estás siendo perseguido por mi causa. Como ovejas llevadas al matadero, estás sufriendo por seguirme.
Aunque sientas que estoy en silencio, escucha mi voz: no duermo, YO ESTOY contigo.
A veces parece que me escondo, pero YO nunca ignoro tu dolor ni tu sufrimiento.
Veo cómo te han humillado y te han postrado, cómo te arrastras en medio de las pruebas.
Pero ahora te digo: confía en mí. YO me levantaré en tu ayuda. Por mi amor y mi fidelidad, te salvaré.
-.-


Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *