YO SOY TU LUZ


Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos, y que no cambia como las sombras.–

Santiago 1:17

LA SEGURIDAD DEL AMOR incondicional de un padre es la que te quiero dar. Tu corazón es tocado cuando ves la imagen de un niño corriendo a los brazos de su padre. Es el lugar que quiero ocupar y siempre será para tu bien. Mi amor por ti no cambia según tus errores, fracasos o según el tamaño de tu pecado. Solo quiero que dejes de correr hacia ellos y cambies la dirección de tu vida y empieces a correr hacia mi. Como un buen padre no quiero dejarte en la situación que te encuentras, viviendo en el fracaso, la tristeza, la frustración y en el pecado. Cuando más corres hacia la luz, las sombras se hacen cada vez más pequeñas hasta que esa luz cubre todo y las sombras desaparecen. YO SOY la luz verdadera, sin variaciones. Como a un niño, las luces de colores de este mundo son las que tanto te atraen, te mantienen hipnotizado y dando vuelta sin un rumbo fijo. YO, tu Padre, alumbro tu camino y nunca suelto tu mano. Aunque tu padre terrenal te haya amado o dejado, te haya hecho feliz o la persona más infeliz. YO nunca voy a dejar de amarte, cuidarte, sostenerte y de alumbrar tu camino, porque qué es mi camino y tu eres mío.-


JUAN 8.12; SALMOS 119.105, 130; SALMO 37.5-6

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