YO TE DISCIPLINO 

Si Dios los disciplinó, reconozcan que lo hizo porque los ama, como un padre a su hijo. – Deuteronomio 8:5

YO TE VOY A CORREGIR a lo largo de la vida, porque eres mi hijo. Esa es una buena evidencia de que me perteneces. Corregir no es castigar. El criminal debe ser castigado; el hijo debe ser corregido. Considera mi disciplina en tu vida. Soy un Padre que te ama mucho. Te amo lo suficiente para disciplinarte cuando lo necesitas. Así que si viene la consciencia de algún mal que has hecho, es mi Espíritu que te está hablando al corazón acerca de algún mal hábito o una mala actitud, ¡ríndete!. Porque al que YO amo, disciplino. Puedes reflexionar sobre tu vida y recordar tiempos en que obstinadamente has escogido tu propio camino y has sufrido las consecuencias. La terquedad infantil es infantil. Quiero que crezcas y dejes atrás las actitudes infantiles. Te mostraré cuándo has dejado que tu egoísmo y orgullo te encierren. Ablandaré tu corazón obstinado y te ayudaré a rendirte y a escucharme.

PROVERBIOS 3.11-12, 12.1; JOB 5.16; MATEO 5.48