SALMO 50

SALMO 50 – JTH

YO SOY DUEÑO DE TODO Y TE DISCIPLINO

YO, Jesús, el Poderoso, SOY Dios y te hablo; llamo a toda la humanidad desde donde sale el sol hasta donde se pone.
Desde el monte Sión, la perfección de la belleza, brillo con un resplandor glorioso.
Me acerco, pero no en silencio. A mi paso, el fuego devora todo lo que encuentra, y a mi alrededor se desata una gran tormenta.
Pongo al cielo arriba y a la tierra abajo como testigos de mi juicio sobre mi pueblo.
Tráiganme a los que me son fieles, a los que han hecho un pacto conmigo mediante el sacrificio.
Luego, dejen que los cielos proclamen mi justicia, porque YO mismo seré el juez.
Hijo mío, escucha cuando te hablo. Éstas son las cosas que tengo contra ti: ¡YO SOY Dios, tu Dios!
No tengo quejas sobre tus sacrificios ni sobre las ofrendas que presentas constantemente.
Pero no necesito los toros de tus establos ni las cabras de tus corrales.

Pues todos los animales del bosque son míos, y SOY dueño del ganado de mil colinas.
Conozco a cada pájaro de las montañas, y todos los animales del campo me pertenecen.
Si tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo entero y todo lo que hay en él.
¿Acaso me alimento de carne de toro? ¿Acaso bebo sangre de cabra?
Más bien, quiero que tu sacrificio sea la gratitud. Cumple los votos que me has hecho, al Altísimo.
Luego, llámame cuando tengas problemas, y YO te rescataré, y tú me darás la gloria.

Pero a los perversos les digo: ¿Para qué se molestan en recitar mis palabras y en fingir que obedecen mi pacto?
Rechazan mi disciplina y tratan mis palabras como basura.
Cuando ven ladrones, les dan su aprobación, y se pasan el tiempo con adúlteros.
Tienen la boca llena de maldad, y la lengua, repleta de mentiras.
Se la pasan calumniando a su hermano, a su propio hermano de sangre.
Mientras hacían todo esto, YO permanecí en silencio, y pensaron que no me importaba. Pero ahora los reprenderé y enumeraré todas las acusaciones que tengo contra ustedes.
Arrepiéntanse todos los que se olvidan de mí, o los destruiré y nadie los podrá ayudar.
El dar gracias es un sacrificio que verdaderamente me honra; si permanecen en mi camino, les daré a conocer mi salvación. -.- ti4

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