YO NO ME CANSO DE TI

YO NO ME CANSO DE TI


Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda. – Hebreos 4:15-16


QUIERO QUE ME CONOZCAS de verdad. No solo lo que sabes de Mí, sino quién SOY realmente. YO SOY Jesús, tu Salvador. Tu amigo. Tu refugio. Y quiero que veas Mi corazón. ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo más natural para Mí? ¿Qué siento cuando te veo en tu lucha, en tu dolor, en tus caídas? No me aparto. No retrocedo. Me acerco. Me conmuevo. Me duelen tus heridas. Lo que fluye libre y espontáneamente desde Mi corazón es misericordia, no condena. Amor, no juicio. Compañía, no abandono. Aunque deje esta tierra sigo siendo hombre y sigo siendo Dios.

He venido a hablarte a ti, que estás cansado y ya no sabes cómo seguir. A ti que te preguntas por qué tropiezas una y otra vez. Que sientes que caminas en la niebla, subiendo una escalera que no lleva a ninguna parte. Quiero que Me escuches: no estoy decepcionado de ti. No estoy cansado de ti. No me estás agotando. Te amo. No con un amor teórico o distante. Te amo ahora, con todo lo que eres y con todo lo que llevas. Con tus miedos, tus fracasos, tu culpa.

Tú que piensas que has ido demasiado lejos para volver, escucha: YO soy el camino de regreso. No hay rincón de oscuridad donde Mi luz no pueda alcanzarte. No hay caída de la que no pueda levantarte. Tú no Me estás desilusionando, porque nunca Me ilusioné con una versión idealizada de ti. Siempre he amado al verdadero tú, el que llora en secreto, el que sigue luchando, el que a veces ya no sabe orar.

Este mensaje es para ti que hablas de Mi amor a otros, pero dudas de si todavía te miro con ternura. Para ti que sientes que ya no eres útil para Mí. YO no te uso, YO te amo. No busco rendimiento, busco tu corazón.

Y cuando el dolor es tan grande que ya no puedes pensar con claridad, cuando el mundo te parece gris y lento, cuando la oscuridad pesa como plomo sobre el alma, recuérdalo: YO ESTOY ahí. En medio de esa noche. No soy un Dios lejano, SOY el que llora contigo. El que se queda. El que te carga si no puedes caminar. Y si alguna vez piensas que Mi Padre es tacaño con Su amor, mira la cruz. Mírame allí. YO no escatimé nada por ti. No porque lo merezcas, sino porque eres Mío. Porque te quiero. Porque en Mi corazón lo más natural, lo más verdadero, es amarte… y seguir amándote. ti5


SALMO 34:18
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.”

ROMANOS 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús…”

JUAN 3:17
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.”

2 Comentarios

Responder a Cristina Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *